“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.”
1 Pedro 5:7
La vida es un contenedor de experiencias
Piensa en tu vida como un contenedor. Está limitado; no puedes llenarlo más allá de su capacidad. Si lo llenas de negatividad, de miedo, de pensamientos destructivos, de envidia, de celos, ¿dónde queda el espacio para la alegría, la paz y la creatividad?
Al igual que no puedes poner más ropa en un maletín repleto, no puedes agregar cualidades positivas a una vida llena de pesimismo. Es hora de hacer una limpieza.
Cambia tu contenedor
No solo se trata de mantener nuestro contenedor lo más vacío posible de negatividad para así dejar espacio para lo bueno.
Es también una cuestión de decidir cambiar el contenedor en sí mismo: nuestro modo de pensar, de reaccionar, nuestras expectativas respecto a la vida, nuestros sentimientos de merecimiento, de culpa.
Visualiza que estrenas un nuevo contenedor, con la intención de llenarlo a partir de ahora de pensamientos de abundancia, de gratitud, de perdón, de paz.
“Nadie pone vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo romperá los odres, y se derramará el vino, y los odres se perderán; pero el vino nuevo debe ponerse en odres nuevos, y ambos se conservan.”
Lucas 5:37-38
Toma control de tus pensamientos
No puedes evitar tener pensamientos negativos; son parte de la condición humana. Pero sí puedes elegir qué hacer con ellos. Imagina que cada mañana te despiertas y decides conscientemente no dejar que la ofensa del día anterior o la preocupación que te ronda la cabeza se instale en ti. Puedes decidir decir: “Hoy no les daré espacio”.
“No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas.”
Isaías 43:18
Despeja tu mente diariamente
Haz de la limpieza mental un hábito. Cada noche, vacía tu contenedor de las preocupaciones y ofensas que se acumularon durante el día. Esto no solo te permitirá descansar mejor, sino que también te preparará para enfrentar el nuevo día con un espíritu renovado.
El perdón como acto de autoliberación
Perdonar no siempre es fácil, pero es esencial. No perdonamos por el bien de la otra persona, sino por el nuestro. Soltar el rencor es como quitar una pesada piedra de esa mochila que mencionamos antes. El perdón libera espacio en tu contenedor para que se llene de experiencias y emociones que valen la pena.
“Porque si perdonareis a los hombres sus ofensas, vuestro Padre celestial también os perdonará a vosotros.”
Mateo 6:14
Abre espacio para lo nuevo
Recuerda: cuando liberas lo negativo, haces espacio para que nuevas experiencias positivas entren en tu vida. Es un acto de fe y de esperanza, creyendo que lo mejor está por venir y que el vacío dejado por lo negativo será llenado con algo mucho mejor.
“He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.”
Isaías 43:19
Este artículo no pretende ser una fórmula mágica para una vida sin problemas, sino más bien una invitación a mirar hacia dentro y hacer el trabajo consciente de liberarnos de las cargas que nos impiden avanzar. Es un camino hacia la autenticidad y la paz interior, donde cada paso adelante es un paso hacia una vida más plena y feliz.
Sigue leyendo: El poder de tus palabras