Las enseñanzas que se esconden en las parábolas de Jesús

“Bienaventurada la persona que halla sabiduría, y que obtiene la inteligencia.”
Proverbios 3:13

Las parábolas de Cristo son relatos sencillos pero profundos que ofrecen enseñanzas morales y espirituales. Aunque se dirigen a sus seguidores, sus lecciones trascienden la religión y pueden guiar a cualquier persona en la búsqueda de una vida virtuosa y enriquecedora. Aquí te presentamos algunas de las parábolas más significativas, que muestran cómo las enseñanzas de Jesús son un verdadero manual para vivir con propósito, compasión y sabiduría.

El buen samaritano

Lucas 10:25-37

Historia:
Un hombre es asaltado y dejado medio muerto. Un sacerdote y un levita lo ignoran, pero un samaritano, considerado enemigo, lo ayuda.

Reflexión:
Esta parábola enseña la importancia de la compasión y la ayuda desinteresada, mostrando que el amor al prójimo trasciende barreras sociales y religiosas.

Pasaje:

“Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; y yéndose, le dejaron medio muerto. Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.”
Lucas 10:30-34

Explicación de Jesús:

“¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.”
Lucas 10:36-37


La parábola de los talentos

Mateo 25:14-30

Historia:

En los tiempos bíblicos, un talento era una gran suma de dinero, aproximadamente 20 años de salario para un trabajador promedio. En esta parábola, un hombre que iba de viaje confió su dinero a sus siervos: a uno le dio cinco talentos, a otro dos, y a otro uno, según su capacidad. El que recibió cinco talentos los invirtió y ganó otros cinco. El que recibió dos talentos también los invirtió y ganó otros dos. Pero el que recibió un talento lo escondió y no hizo nada con él.

Reflexión:

Esta parábola enseña la importancia de utilizar los dones y talentos que se nos han dado. No importa cuánto tengamos; lo crucial es cómo lo usamos. La parábola nos recuerda que debemos ser diligentes y responsables con nuestras habilidades y oportunidades, y no dejar que el miedo o la pereza nos impidan aprovecharlas al máximo. Además, muestra que ser proactivo y emprendedor es valorado, mientras que la inacción y el miedo al riesgo son condenados. El mensaje es claro: estamos llamados a hacer fructificar lo que hemos recibido.

Pasaje completo:

“Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos. Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos. Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos. Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste, y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses. Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.”
Mateo 25:14-30

Explicación de Jesús:

Jesús explica que debemos ser proactivos y responsables con lo que se nos ha dado. Esta parábola no solo trata sobre la gestión de dinero, sino también sobre el uso de nuestras habilidades, tiempo y oportunidades. La enseñanza es clara: aquellos que utilizan bien sus dones serán recompensados, mientras que aquellos que no lo hagan enfrentarán consecuencias. Este mensaje resuena en la vida diaria, alentando a todos a ser diligentes y valientes en sus esfuerzos.


El sembrador

Mateo 13:1-23

Historia:
Un sembrador esparce semillas que caen en diferentes tipos de suelo, cada uno produciendo distintos resultados.

Reflexión:
Ilustra cómo las enseñanzas pueden ser recibidas de diferentes maneras dependiendo del “suelo” o la disposición del corazón y la mente. Algunos escuchan pero no entienden, otros reciben con alegría pero no tienen raíces profundas, y otros se dejan ahogar por las preocupaciones del mundo. Solo el buen suelo representa a quienes oyen y entienden, produciendo abundante fruto.

Pasaje:

“Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó. Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. El que tiene oídos para oír, oiga.”
Mateo 13:3-9

Explicación de Jesús:

“Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador: Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo y arrebata lo que fue sembrado en su corazón; éste es el que fue sembrado junto al camino. Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra y al momento la recibe con gozo; pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza. El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa. Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.”
Mateo 13:18-23


El hijo pródigo

Lucas 15:11-32

Historia:
Un joven abandona su hogar y malgasta su herencia, pero cuando regresa arrepentido, su padre lo recibe con los brazos abiertos.

Reflexión:
Esta parábola es una metáfora de Dios como nuestro Padre, que nos perdona y bendice cuando regresamos con humildad a Él, sin importar lo que hayamos hecho. Nos habla del perdón y la redención, mostrando que siempre hay una segunda oportunidad para aquellos que se arrepienten sinceramente.

Pasaje:

“Y se levantó y vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo. Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.”
Lucas 15:20-24

Explicación de Jesús:
Jesús usa esta parábola para explicar el gozo y la celebración en el cielo cuando un hijo (nosotros) regresa al padre (Dios). La historia completa demuestra el amor incondicional y la disposición de Dios para perdonar y recibir a sus hijos con los brazos abiertos. Además, nos enseña sobre la importancia de la humildad y el arrepentimiento, y cómo el perdón y la reconciliación pueden restaurar relaciones rotas. Esta parábola también destaca la alegría y el amor que surgen cuando alguien encuentra el camino de regreso a una vida de propósito y rectitud.


El hombre sabio y el hombre necio

Mateo 7:24-27

Historia:
Jesús cuenta la parábola de dos hombres que construyen sus casas: uno sobre la roca y otro sobre la arena. La casa sobre la roca resiste las tormentas, mientras que la casa sobre la arena se derrumba.

Reflexión:
Esta parábola enfatiza la importancia de construir nuestras vidas sobre fundamentos sólidos y principios firmes, representados por las enseñanzas de Jesús. Aquellos que escuchan y ponen en práctica sus palabras estarán mejor equipados para enfrentar las adversidades.

Pasaje completo:

“Por tanto, cualquiera que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras, y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.”
Mateo 7:24-27

Explicación de Jesús:
Jesús explica que quienes escuchan sus enseñanzas y las aplican son como el hombre sabio que construyó su casa sobre la roca. Este tipo de vida, basada en la práctica de sus palabras, es resistente y estable frente a las dificultades. En cambio, quienes escuchan pero no actúan conforme a sus enseñanzas son como el hombre necio que construyó su casa sobre la arena, resultando en una vida vulnerable y frágil ante las pruebas y tribulaciones.

Las enseñanzas de Cristo abarcan principios universales como el amor, la compasión, la honestidad y la humildad. Practicar estos valores puede mejorar las relaciones interpersonales, promover una vida más pacífica y aumentar el bienestar general. Jesús enseñó sobre el perdón, la importancia de la justicia, la ayuda al prójimo y el valor de la integridad, principios que son aplicables y beneficiosos para todos en la búsqueda de una vida plena y satisfactoria.

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